La cena a las 19:30 fue muy restrictiva.

La comida casera es un verdadero highlight, especialmente el foie casero y la deliciosa crema de calabaza con setas que tuvimos en la cena. Una experiencia culinaria impresionante en un entorno rústico.

El acceso a la carretera es complicado por la noche y la cena a las 19:30 limita un poco la flexibilidad para quienes desean disfrutar de la tarde.

ubicación única, calidad de los menús, tranquilidad en un paisaje atractivo

Las instalaciones son bastante antiguas y necesitarían una buena renovación para mejorar la experiencia. Tuvieron que informarnos sobre las mosquiteras retráctiles y la cena a las 19:30 se siente muy restrictiva!!!

La vista desde la habitación es impresionante, llena de paisajes montañosos que realmente te dejan sin aliento.

Las instalaciones son un poco antiguas, las almohadas son incómodas y las mosquiteras retráctiles no se mencionaron, lo que fue un problema considerando que el lugar estaba lleno de mosquitos muertos en las paredes. La cena se sirvió a las 19:30, lo que resulta un poco restrictivo para quienes desean disfrutar de una tarde más larga.

La ubicación es increíble, rodeada de hermosas montañas y tranquilidad. Las habitaciones son cómodas y adecuadas, con buenas vistas. Disfrutamos de la comida del hotel, que era deliciosa y variada, especialmente para aquellos que buscan opciones locales.

El acceso a ciertas áreas del hotel puede ser complicado para personas con discapacidad, lo que podría mejorarse.

El lugar tiene un encanto único con su comida casera increíble, especialmente el foie, y el desayuno te sorprende con mermeladas que son una delicia. Puedes relajarte en la terraza al sol o pasear por el jardín, que son puro relax. Eso sí, el acceso se complica un poco de noche, así que mejor ir con luz. 😊

Encantador lugar para relajarse en un entorno natural impresionante.

buena estancia, pero no sin fallos

La vista desde nuestra habitación era impresionante, con paisajes montañosos que te dejaban sin aliento. Los menús eran variados y de buena calidad, con ingredientes frescos que reflejaban la cocina local. La tranquilidad del entorno fue un alivio después de un día ajetreado.

El acceso al hotel puede ser complicado, especialmente por la noche, y eso podría mejorarse.

La cena decepcionante, aunque la ubicación y la calidad de los menús son excepcionales.

casa acogedora, menús caseros, cena decepcionante.

la ubicación es brutal, rodeada de montañas y pura tranquilidad. la comida es todo un acierto, especialmente el desayuno con mermeladas caseras. además, los dueños son un amor y te hacen sentir en casa. la habitación tenía buenas vistas, con un toque rústico bien logrado. perfecto para desconectar del estrés!

la ducha es un poco pequeña y el acceso al lugar es complicado por la noche.

Ubicación inmejorable y comida casera que sorprende, especialmente el arroz local de Nagasaki. Sin embargo, la carretera de acceso es complicada por la noche y la habitación era austera, con una ducha pequeña que podría mejorar. El desayuno en mesa comunal se siente acogedor, pero un horario para la cena tan temprano puede ser un inconveniente.